domingo, 6 de mayo de 2012
Bowie
Dicen las malas lenguas, y algún que otro artículo de Internet, que David Bowie era el segundo nombre en la lista negra de Mark David Chapman. Chapman fue el asesino de John Lennon y pronto le consideraron un enfermo mental, aunque fue a la cárcel de todos modos. Lo que le llevó a hacer esta "lista negra" fue la lectura e interpretación obsesiva del libro El guardián entre el centeno, que incluso parafraseó en algunas entrevistas que le hicieron después de su crimen. En él se dice algo como "El farsante debe morir", y él consideró a Lennon un farsante, cuando proclamaba el "no querer" o "no desear posesiones".
La condicional le ha sido negada varias veces, pero en agosto de 2012 podrá volver a pedirla.
Please, no.