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viernes, 13 de abril de 2012

Un momento de reflexión


Hoy me he comprado el LP de Transformer, de Lou Reed. No hay ni una canción mediocre, cada una de ellas es absolutamente imprescindible.




Mientras escuchaba Walk on the wild side (mi favorita después de Perfect day) me he sentido triste y estafada. Triste por no vivir aquellos años en los que la música era un modo de vida, locura y pasión. Algo que podías amar hasta destruirte. Y estafada por no poder experimentar eso en mi propia carne, ya que el panorama musical de hoy en día no me lo permite (Lou Reed sigue dando guerra, pero no es lo mismo). Siempre he creído que nací en la época equivocada. Definitivamente mis años fueron los 60 y los 70. Qué rabia, de verdad. Hace poco La Vanguardia publicó una entrevista a Iggy Pop, en la que hablaba de esto. La pregunta crucial era "El punk, o incluso el glam rock, siguen siendo fuente de inspiración, objeto de homenaje, de reinterpretaciones...¿Cree que dentro de 40 años alguien recordará la música que suena ahora?". A lo que Iggy respondió "Creo que no. Quizás la estudien los historiadores". Es tristísimo, pero creo que tiene razón. No es que ahora no se haga buena música (ni mucho menos), pero se queda en eso, buena música. No creo que se creen leyendas. Hoy en día no se siente como se sentía entonces. Nunca más tendremos otro Freddie Mercury ni un Elvis Presley. Dentro de 40 años la gente seguirá escuchando Lou Reed, The Beatles, Bob Dylan y similares.